Los partidos en España todos son
social-demócratas, aunque cada uno, a su manera.
No dejan de
surgir personas que llegan incluso a conformar
grupos en defensa de la libertad y ante
los abundantes recortes de la misma al que es sometido hoy, el ciudadano. El
campo para ello, está más que abonado. Por donde escarben, solo encontraran
organismos buscando formas de restar el espacio de libertad del que aún podamos
disponer. Hoy todavía, además de la libertad de pensamiento y la de escoger a
nuestros amigos, poco espacio más nos queda.
Somos
muchos los que nos afanamos defendiendo la libertad, cada uno a su manera, pero
a la vez, somos muchos, los que la buscamos pero fuera de nuestro espacio de
seguridad. Son muchos los que disfrutan de un importante cinturón de seguridad
que es posible gracias al abuso contra la libertad que otros padecen pero que
evidentemente los beneficiados no lo ven, y cuando lo ven, ese espacio, lo
dejan al ladito de su lucha.
Hay
situaciones, en las que trabajadores de un colectivo público, muchos en España,
reciben unos salarios muy por encima de lo que se entiende como razonable. En
lo fundamental, se da esta situación porque los responsable de fijar los
salarios, están ejerciendo su responsabilidad de forma injusta. En términos
jurídicos, se podría acusar al o a los
responsables de esta injusticia, de delitos de prevaricación y
malversación, aunque no lo esperen. Esta situación la están aprovechando otros
colectivos que realizan labores parecidas e incluso similares, aunque
consideren que reciben un salario justo por la labor realizada, para sentirse
discriminados y lejos de exigir una justa solución, exigen que esa situación de
injusticia costeada por los contribuyentes, se amplíe para darles cobertura
también a ellos.
La
resolución de esa función y otras muchas parecidas, mal ejercidas, evidentemente, no es
responsabilidad de esos colectivos que se puedan sentir discriminados, aunque
puedan sentirse injustamente tratados. No pueden exigir una injusticia aún
mayor, contra el resto de contribuyentes, por mucho salario que puedan recibir
colectivos similares, y por muchos intereses oscuros de quien se los pagan. La
demanda de justicia, debería surgir de los contra-poderes, si existieran, y no
estuvieran desactivados.
Los
partidos en España, son todos social-demócratas, aunque cada una a su manera.
En las formas tradicionales, los podemitas y socialistas, los otros haciéndose
pasar por partidos de centro y haciendo creer al pueblo que son liberales
cuando en realidad tienen el mismo fin que los anteriores pero de forma más
pausada. VOX merece otro apartado, pues mientras en lo tradicional, en los
conceptos y símbolos se expresan de forma que lo califican, injustamente y muy
interesadamente de extrema derecha, en lo económico, lleva camino en ser igual que los anteriores.
Todos los
partidos tienen como fin; más intervencionismo público, cada uno a su manera, mas
teledirigir nuestras vidas no solo en lo público, sino también en lo privado, también
más a su manera, pero eso sí, no todos son vistos de la misma manera por el
pueblo. Esta miopía cada vez más acentuada en el pueblo, también se cura con un
poquito más de empatía, leyendo más y sobre
todo, viendo menos la tele.
Faustino.
Publicado por eldiestro.es
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