Las instituciones públicas españolas,
todas, carecen de la mas mínima garantía,
para hacer su trabajo de forma leal e independiente porque así lo ha
querido el poder político
En el día
de ayer la presidenta de la Comunidad de Madrid envió una carta a la jefa de
Televisión Española, Rosa María Mateos, quejándose del reportaje sobre el virus
que hizo su televisión pagada por todos los españoles. Al parecer, no veo
televisión, la noticia consistió en entrevistar a un enfermero o similar,
sindicalista más que reconocido y podemita profundo, el cual se expresó en
función de su trayectoria ya reconocida. Con la intención de hacer creer que
fuera una opinión reconocida y representativa, la televisión además de hacer
ver que era alguien importante en la gestión del hospital de La Paz, evitó dar
información alguna sobre el mencionado
sanitario. Ningún rotulo, aún menos entrevistar a nadie más para poder
contrastar distintas opiniones.
Los medios menos
alineados con la “corrección política” hicieron noticia del hecho pero como
cosa puntual. No escuché a nadie preguntar ni preguntarse porque se puede dar
esta situación -En infinidad de ocasiones
he afirmado que las instituciones públicas españolas, todas, carecen de la mas
mínima garantía, porque así lo ha querido el poder político, para hacer su trabajo de forma leal e
independiente. En general los miembros de las mismas, tienen que actuar en
función del nivel de agradecimiento debido- Ni siquiera estos medios,
llegaron a cuestionar; como un trabajador puede permitirse hablar mal y mentir -en este caso, de un tema de
tanta trascendencia- de la empresa que le da trabajo y además le paga.
“Con la
iglesia hemos topado” se hubiera dicho en otras épocas. Cambien iglesia por sindicato,
y ya está actualizada la frase. Los sindicatos, a pesar de carecer de
representación popular, ya no los votan ni sus propios afiliados que cada vez
son menos, el poder político siempre los sienta a la mesa de decisiones
importante para el pueblo. Sean o no gestiones que tengan que ver con las
relaciones laborales. A través de los “convenios colectivos” se adueñan de las
empresas que no podrán hacer el mas mínimo movimiento sin que den el
visto-bueno. No se aprobara una ley sin que pase por sus manos. Y naturalmente,
los representantes sindicales en las empresas están blindados, es del todo
imposible despedirlos.
No me canso
de decir que tenemos un “régimen sindicalista” gracias al poder que el
ejecutivo le ha dado a estos colectivos desde el inicio del actual régimen. Los
gobiernos social-demócratas los han visto como sus mejores aliados por su
capacidad para movilizar a su gente y dado que en general los intereses son
comunes. Por el otro lado, los gobiernos en teoría liberales a pesar de saber
que eran sus peores enemigos, no han sido capaces nunca, de enfrentarse a los
mismos y ponerlos en el lugar que les corresponde y les mantenían las
extraordinarias prebendas que otros gobiernos les otorgaban. Una situación
parecida al gobierno de Rajoy cuando llegó al gobierno y se encontró con todo
lo que hizo el innombrable, que no solo no lo derogó si no que en muchos casos,
lo potenció. Como verán, nada nuevo; Ándeme yo caliente y ríanse la gente, y al
pueblo, que le den!!
Faustino.
Publicado en eldiestro.es
0 comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.