EL TRASNOCHADO SINDICALISMO ESPAÑOL

miércoles, 10 de julio de 2019



Solo les interesa como exprimir aún más a los que exponen su capital, a los que se desviven para que funcione su empresa y a los que nunca les podrán quitar ese sueño que ellos nunca han tenido

Que los sindicatos o colectivos similares fueron necesarios en otras épocas en Europa, no creo que nadie pueda decir lo contario. Sin embargo hoy, sobre todo en España y por la forma de actuar de los mismos, son los menos, los que admiten la necesidad de su existencia, al menos con su actual funcionamiento. Hace unos años, creo recordar a la Duquesa de Alba, que Dios la tenga en su gloria, afirmaba tras unas quejas de un grupo de personas que  jornaleros ya no hay, y no seré yo quien le quite la razón. En España hoy, los trabajadores por cuenta ajena tienen todo tipo de privilegios, denominados por la imposición de la izquierda y por lo correctamente político como “derechos” porque así se lo reconocen las leyes, que a su vez, delegan el mantenimiento de los mismos sobre las espaldas de otras personas del mismo rango social pero contra los que a su vez, las mismas leyes,  solo les da responsabilidades y obligaciones que no le corresponden.

Todo este razonamiento podría tener una importancia relativa, de no ser porque los partidos, que “se consideran de izquierda”  están en buena parte conformados por sindicalistas de hecho o de vocación, por supuesto, del todo trasnochados. La actual ministra de Trabajo, Sra. Valerio,  del partido socialista, que en su vida ha ejercido de trabajadora en lo privado, no hablemos de crear puestos de trabajo y como “fruto de su experiencia” quiero decir de su inexperiencia, nos ha impuesto una  ley que hoy es el hazme-reír de toda Europa, sobre el control horario de los trabajadores. Para unos trabajadores  que por ley tienen derecho a abandonar su puesto de trabajo y con ello modificar el horario de una empresa para fumarse un cigarrillo, unos trabajadores a los que en magistratura se les reconoce la presunción de veracidad, unos trabajadores a los que el médico les da la baja apenas entrar por la puerta de la consulta, unos trabajadores que en muchos casos les interesa más  estar cobrando un subsidio que trabajando.

Mientras, en la Europa desarrollada, esa a la que parece que no queremos parecernos, cada vez más,  los contratos laborales se hacen sobre tareas a realizar y  objetivos que cumplir; La señora Valerio solo se preocupa de fiscalizar el tiempo que un asalariado está en “el trabajo”. Ignorando (…) que cada vez hay más flexibilidad entre trabajador y empresa, tanto en los horarios como en el lugar en que lo pueda desarrollar, incluida la propia casa del trabajador. Créanme, el único objetivo del gobierno, y de la gente que legisla de esta manera, es una nueva fórmula, otra más, para poder sancionar a las empresas a las que odian y criminalizan. Por muy socialista que se auto denominen, el beneficio social les trae sin cuidado, solo les interesa como exprimir aún más a los que exponen su capital, a los que se desviven para que funcione su empresa y a los que nunca les podrán quitar ese sueño que ellos nunca han tenido.

Publicado en eldiestro.es

Faustino.

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