LA LIBERTAD EL INTERVENCIONISMO PUBLICO Y LA PRECARIEDAD LABORAL

lunes, 7 de mayo de 2018


Vivimos en democracia, una fórmula de gobierno que se define como “el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo” Sin embargo, hoy en España somos muchos los que afirmamos que esta definición no es del todo exacta a la forma de gobierno que tenemos. Dentro de los que piensan que no hay paralelismo entre la forma de gobierno y esa definición, no hay unanimidad a la hora de diagnosticar esta situación. Hay quien piensa que el modelo actual es fruto de la “Partitocracia” o fórmula de gobierno en la que los partidos se han adueñado de la representación popular, actuando en su propio beneficio y en muchos casos contra el pueblo.  Hay otros que piensan que el intervencionismo económico, propiciado desde las administraciones públicas, es quien ha dado al traste con lo que podría ser una  verdadera democracia.
Desde que se inició este régimen, se ha legislado siempre contra la pequeña empresa  y en beneficio de las grandes. En unos pocos años hemos visto como la concentración empresarial, IBEX-35, maneja el 40% del producto interior bruto que unido al otro cuarenta largo que maneja el sector público, solo deja  para la libre economía, un muy escaso 20% del total. Todos los sectores estratégicos de la sociedad y que venden productos de consumo obligado están oligopolizados en teoría pero monopolizados en la práctica. Ninguna empresa de ningún oligopolio, le hace competencia a otra del mismo sector, se ponen siempre de acuerdo para avasallar cada vez más y mejor al consumidor. Recuerdan la infinidad de bancos que había al comienzo de este régimen  y como se hacían la competencia ofertando dinero más baratos y con mejores servicios. Recuerdan la infinidad de gasolineras  cada una con un precio y compitiendo en servicios. Recuerdan la infinidad de tiendas mayores o menores de distribución comercial. Por otro lado, los monopolios que antes fueron del estado, también han pasado a manos privadas para funcionar de la misma forma ya descrita. Esta concentración económica nos ha traído una democracia de muy baja calidad, son muchos los que dicen que ni siquiera es democracia y con ello, una importante precarización del mercado laboral.
 Las grandes multinacionales son las únicas empresas con capacidad económica para invertir de forma importante en los medios de comunicación. Este dinero que le dan a los medios para una “publicidad que no necesitan por carecer de competencia y tener su producto vendido de antemano” tiene como objetivo el adoctrinamiento sobre la población de una parte y para silenciar los abusos que estas ejercen contra el consumidor de otra. El medio de comunicación que no se preste al juego, no recibirá publicidad y por lo tanto, desaparecerá.
En cuanto a lo laboral; el dueño de un restaurante,  diariamente tiene que ofertar un buen servicio, calidad y precio, para que sus clientes no se le vayan a la competencia. En la misma situación están todos aquellos que gestionan sus  pequeñas empresas o establecimientos comerciales. Cada día del año son examinados por sus clientes, por lo que se cuidaran mucho de tener a los mejores profesionales.
 Esta situación súper competitiva de las pequeñas empresas (liberalismo económico) en nada se parece a la situación de las grandes (Neoliberalismo o Capitalismo de amiguetes) debido a la “no competencia entre ellas” lo que da lugar a que minimicen dar ; ni buen precio, ni buen servicio, ni buena calidad. Nos obligan cada vez más  al autoservicio, de ahí el que no dejen de reducir el número de puestos de trabajo. Por otro lado, esta carencia de competitividad da lugar a que tampoco necesiten de buenos profesionales, lo que dará paso a que en la mayoría de los casos, se nutran de enchufados carentes del más mínimo merito profesional, los beneficios, están garantizado por el BOE.
Faustino Rodriguez Ortega. Tomares 41940(Sevilla) 27.287.295-A

0 comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.