No entiendo a la infinidad de autónomos y microempresarios
que hay en ese sector, que van derechos a la ruina, y que, además, muchos de
ellos, saben de la ilegalidad de las normas que, en muchos casos, se están
dictando
Salvo VOX, le va en ello su asentamiento
y continuidad en el entramado político y que va dando una de cal y otra de
arena, todos los demás partidos, están absolutamente entregados al globalismo.
Por mucho que algún líder -cada vez menos, es muy fuerte la presión además de
que le llenan muy bien los bolsillos- se oponga, todos están ya
alienados por el poder supremo, El Poder Oscuro, como yo habitualmente lo
denomino.
Otra vez, reducción de horarios en la
hostelería, al menos en Sevilla. Dice “llamanme Juanma” que si por el fuera, no
lo hubiera hecho, que han sido los “expertos”, esos con generosas
retribuciones, que nadie conoce, aún menos su currículum, nombrados por todos
sabemos quién y para que digan, lo que les digan que digan, y cuando aquellos digan,
los que los han puesto ahí. Es verdad, que este sector, de tanta importancia
social como económica, es a su vez la piedrecita más difícil de salvar en la
agenda prevista por el globalismo. Los poderosos del lado más que oscuro, han
intentado de mil maneras quedarse con esta industria tan determinante en la
interactuación de la sociedad, pero siempre han fracasado. Como decía en un
artículo anterior, solo se han podido adueñar del subsector de “la comida
basura”. En el momento que llega un cliente más exigente, o que además de
satisfacer el hambre y la sed, busca cuestiones más nobles y superiores, por
supuesto que tiene que acudir a lugares más especializados.
Es verdad que nunca podrán acabar con
los bares, allá donde allá una botella de vino y más de una persona habrá uno,
pero de momento no dejan de intentarlo. Ya les anticipo que no se van a quedar
en los bares. En general van contra toda actividad que no se pueda controlar
desde lo público, que es el “ente” más superior ante nuestros ojos, pero que a
pasos agigantados va siendo absorbido, vía prestamos financieros de imposible cobro,
por los Poderes Oscuros. Decía el dramaturgo alemán Bertolt Brecht -hay quien
dice que la frase no es de él, pero es muy gráfica- “Vinieron
por los socialistas, y como yo no lo era, no dije nada y se los llevaron,
Vinieron por los judíos, y como yo no lo era, no dije nada y se los llevaron,
Vinieron por los comunistas y como yo no lo era, no dije nada y se los
llevaron, vinieron a por mí y ya no había nadie para que dijera nada” más o
menos.
Han acabado con nuestra fiesta
nacional, Los Toros, aunque haya quien aún no lo quiera ver. Con el futbol, es
quizás la mejor manera de hoy para adoctrinar a las masas, se han limitado a
intervenirlo, son los dueños de las grandes cadenas de televisión, y con ello,
son quien realmente lo controla. Una vez que la hostelería esté totalmente
“reordenada” irán por los demás sectores industriales económicos que hoy se
mantienen porque son “esenciales” pero que, llegado el momento, en una semana,
acabaran con todos ellos; El flujo total de alimentos y de todo tipo de
productos a los mercados, lo tienen absolutamente controlado, por lo que podrán
cerrarlo cuando quieran.
No deja de sorprenderme, la
extraordinaria pasividad que veo en los que viven de la hostelería. Puedo, casi
comprenderlo en los trabajadores, de una u otra manera, el sueldo, les sigue
llegando, pero no entiendo a la infinidad de autónomos y
microempresarios que hay en ese sector, que van derechos a la ruina, y que,
además, muchos de ellos, saben de la ilegalidad de las normas que, en muchos
casos, se están dictando. Es verdad que, en este país, estamos
acostumbrados a resolver los problemas con la administración pública, vía
amistades o de forma parecida. Va siendo hora de que se den cuenta que esa
estrategia, al menos en esta arremetida, no funciona.
Faustino.
Publicado en eldiestro.es
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