SÓLO PARA MENTES ORWELLIANAS

jueves, 9 de abril de 2020



Los fallecidos en las residencias de mayores, han muerto abandonados en sus habitaciones. A ninguno, que se sepa, le han hecho autopsia, habrán muerto por el corona-virus, podría ser, por inanición, tristeza o por gripe

Domingo de Ramos y dada la situación de confinamiento que padecemos, como es natural no se ha celebrado los tradicionales desfiles de Semana Santa, en ningún lugar de España. Es por ese motivo que ante esta ausencia, por ahogar un poco mi afición y amor a esta forma de conmemorar  este día tan grande para los cristianos, como lo hacemos en Sevilla, tras el almuerzo, me he puesto esa maravillosa película de hace sesenta años -en Trece Televisión, la de los obispos,  ponían una película del Oeste que me pareció, que incluso era, la pase muy rápido, en blanco y negro-  para mi tan actual, como es Ben Hur, dirigida por William Wyler y como protagonista principal a Charlton Heston. Es una exaltación extraordinaria, aunque quizás un poco escasa, de la figura de Cristo y en la que el director, no pierde la oportunidad para mostrarnos a los pies de la cruz y mientras Cristo era crucificado, el regocijo del Sanedrín Judío de “entonces”  ante tan trágico e injusto acontecimiento.
A mitad de la película, me llamo por teléfono un amigo, algo más que octogenario y con importantes problemas respiratorios. Paré la película y nos pusimos a conversar. Tras actualizarnos sobre “el tema” y ya entrando en lo personal, me decía que desde antes que se decretara el Estado de Alarma, no sale a la calle, una simple gripe, podría costarme la vida, imagínate con la que esta cayendo con el nuevo virus.  Habrás escuchado, la de mayores que se están muriendo en las residencias. Claro, no dejan de decirlo en las noticias –le respondí, tomando  yo la palabra-. Pero te voy a hacer una reflexión, que por ser como soy, se me viene a la cabeza, cada vez que escucho noticias sobre lo que sucede en esas residencias;
Como bien sabes, conozco bien el funcionamiento de la residencias de mayores, por haber tenido familiares muy cercanos en las mismas. La temporada de otoño-invierno de 2.017-18, en la que hubo en España 21.000 fallecidos por afecciones gripales, lo he sabido en estos días, porque lo contrastaban en algún medio con la pandemia en cuestión, porque desde luego, por entonces, que yo recuerde, no fue noticia. Yo iba con cierta frecuencia para visitar a mi familiar. Hubo residentes que cogieron la gripe, pero  no fueron más que pequeñas incidencias fuera de la normalidad. Las abuelitas -digo abuelitas por que al menos en las diferentes residencias a las que he visitado la proporción de residentes era siempre de más del noventa por ciento de mujeres, en muchas ocasiones, no hubo ni un solo residente varón- que cogían el virus, pasaban los días en sus correspondientes habitaciones, no salían a las salas comunes,  donde eran cuidadas aún si cabe, más singularmente por las cuidadoras de la residencias. Cuidadoras, que  les dan un trato, casi más familiar que el que puedan recibir en sus propias casas. Seguían recibiendo las visitas de sus familiares, en algunos casos, incluso con mayor frecuencia, mostrándose más cariñosos y mas detallistas que de costumbre. En la gran mayoría de los casos, se recuperaban y volvían a la rutina.
Pero ahora, amigo mío, imagina como se hubieran dado esa misma situación si en aquella temporada otoño-invierno 1.917-18, hubiera habido un engaño desde altas instancias, algo parecido con lo que hacen en la película “Encuentro en la Tercera Fase” de Spielberg de 1.977, para evitar que la gente se acercara a la zona donde se produciría ese encuentro, y tantas otras circunstancias muy coincidentes que hemos visto en muchas películas.  Un estado de alarma provocado por “la llegada de un nuevo virus, como una gripe, pero más peligroso. Con todas las recomendaciones que nos están imponiendo estos días; Confinamiento en nuestras casa y prohibiéndonos ir al trabajo, colegios cerrados etc. Con controles policiales por doquier y el ejercito desplegado por las ciudades. Con muchos operarios desinfectando las calles vestidos de astronautas. Y bombardeándonos los medios de comunicación de que el apocalipsis, esta próximo. En definitiva, sembrando alarma y miedo. Pero solo imagínalo.
Lo que hubiera sucedido en las calles y en general, ya lo sabemos, lo estamos viendo y viviendo hoy. El modo de comportamiento en las residencias de mayores entonces, y  aunque fuera un engaño, no hubiera sido el descrito con anterioridad. Hubiera sido muy diferente.  Aquellas cuidadoras, es humano, se comportarían de muy diferente manera.  En la mayoría de los casos, cobran el sueldo mínimo; Entrarían o no, en las habitaciones de los contagiados, o los mismos residentes que comparten habitación, no creo que tuvieran el mismo comportamiento. Los médicos, no creo que tenga que recordarte que no acuden, aún siendo llamados. Y los familiares; no harán visitas,  incluso en la enfermedad de su pariente, ni sin estarlo, podría contagiarlo otro residente. Pensarían que era  mejor  quedarse en casa hasta que esto pase.
Estimado amigo, ya hoy, según las noticias, los fallecidos en las residencias de mayores, han muerto, en muchos casos, abandonados en sus habitaciones. A ninguno, que se sepa, le han hecho autopsia, habrán muerto por el corona-virus, podría ser, por inanición, tristeza o por gripe. Lo cierto y verdad es que aquella temporada como he dicho antes, murieron por gripe 21.000 personas. Mientras escribo esto, por corona-virus van algo más de 12.000 y curiosamente, desde que comenzaron las muertes por el nuevo virus, al menos yo, no consigo enterarme cuantos lo han hecho por gripe.

Faustino.
publicado en eldiestro.es


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