EL FINAL DEL ESTADO DE DERECHO

La Oposición, más que oposición, parece la perfecta coartada para que el gobierno comunista, imponga su filosofía en España.

Cuarenta años después, parece que en este país últimamente nos saturamos cada periodo de ese número de años, estamos a punto de perder el Estado de Derecho a manos de los herederos que tanto se quejaban de la dictadura de Franco, pero eso sí, una vez muerto. Desgraciadamente, quienes parece que van a tomar el liderazgo tras la desaparición del estado de libertades, son señores a los que nunca se les ha reconocido virtud alguna. En el tiempo que llevan gestionando en la política nacional solo se han preocupado, de dotarse de extraordinarios privilegios a costa del pueblo. Al más sobresaliente ejemplar, ya buena parte de la ciudadanía le ha otorgado el título de “marques”.

Pero hoy, aunque llevo haciéndolo ya desde hace tiempo, nuevamente tiraré de la frase de Edmund Burke “Para que ganen los malos, solo hace falta que los buenos no hagan nada”  hoy se me vienen a la cabeza algunos periodistas, economistas  liberales y algunas personas más,  de reconocido  prestigio social, hubiera puesto mi vida en las manos de alguno de ellos. Se me viene a la cabeza como algunos se han mostrado, sin complejos,  como auténticos abanderados del “confinamiento de los ciudadanos en sus casas” arrasando, alienando, eliminando de lleno el primer artículo de nuestra constitución y de todas las cartas de los Derechos Humanos.

Los que respetan las libertades dentro de un Estado de Derecho, nunca hubieran aceptado la imposición del confinamiento. Hubieran prohibido todo tipo de concentración de personas; cerrado colegios y lugares públicos donde se produjera concentración de personas, como se hizo en algunas localidades e incluso en alguna comunidad, antes de la imposición del Estado de Alarma, espectáculos de todo tipo, también los deportivos. Hubieran prohibido acercarse a menos de metro y medio entre dos personas. Habrían obligado a uso de mascarillas y quizás guantes. Con el miedo que nos han metido, la gente en general hubiera respetado todas esas medidas, y al que no, para que queremos a las Fuerzas de Orden Publico y al Ejército. Pero no, estas medidas, las hubieran tomado un ejecutivo liberal y respetuoso con la libertad, justo lo contrario de lo que pretende el gobierno comunista que padecemos y que tan felizmente, apoya la oposición, entre comillas, pues más que oposición, parece la perfecta coartada para que el gobierno comunista, imponga su filosofía en España. Lejos de entrar en lo mollar del problema, se limita a los aspectos colaterales  que no afectan la hoja de rutas del gobierno comunista.

Hace ya tiempo que “el cuarto poder” casi en su totalidad obedecía a una sola voz, propagando las bondades de un estado comunista, era el primer paso para que buena parte de la sociedad se entregara a este modelo, aunque, como podían ir a los bares y de tiendas, casi no lo notaban. La falta de libertad, que ya padecemos,  es la condición ya determinante, para diferenciar entre un estado de derecho y otro comunista. A partir de aquí, el campo ya está abonado para sembrar. Respetados conciudadanos, disfruten de la desidia demostrada, de su acomodamiento, del mirar siempre hacia otro lado o de aquello de “los otros, lo harían peor"  Disfruten de lo votado pero; Esto es lo que quieren para sus hijos y para sus nietos, pues son ustedes, muy, muy, muy egoístas.

Faustino.