LAS INCONGRUENCIAS DEL DECRETO DEL PRESIDENTE SANCHEZ

miércoles, 25 de marzo de 2020



El decreto podría haber sido mucho más respetuoso con el libre movimiento de las personas -ampliamente protegido por la constitución y por lo que muchos juristas, que callan, difieren de la legalidad del mismo - por supuesto exigiendo a su vez el total y absoluto respeto a terceros


Va usted al metro y está casi masificado según la hora, va a una tienda de la Gran Distribución y según el momento, puede estar abarrotado de gente y donde la autoridad pública delega la protección de contagio en el personal de la tienda. Podría reflejar más situaciones en este sentido, pero ahora mismo no me acuerdo.
Ayer en la emisora de radio que escucho, la puse una vez empezada la entrevista a un señor, al parecer máximo responsable de vigilar el cumplimiento de dicho decreto en la vía pública en Madrid, me recordó -por las exigencias expuestas en el cumplimiento de la norma, buscando siempre aspectos que a mi forma de entender la sobrepasaba de forma alarmante- a un comisario político de la vieja escuela del marxismo-comunismo de principio del pasado siglo. Tras escucharlo y al recordarnos el volumen de euros por  violar la norma “desde su punto de vista y para mi, de lo mas sibilino”  se me quitaron las ganas de salir a comprar, sacar al perro  o incluso ir a tirar la basura. Según la apreciación de ese señor se estaba cumpliendo bien la norma o no, dependiendo de como lo viera o lo entendiera el vigilante correspondiente en cada situación.
Soy incapaz de entender que se puedan admitir las concentraciones mencionadas y por el contrario, se pueda sancionar el hecho de que una persona sola por la calle, ya paseando, haciendo footing, paseando en bicicleta, paseando por el parque, fumándose un cigarrillo o que un padre o una madre saque a pasear a un hijo e incluso dos, en todos los casos manteniendo siempre una distancia razonable de terceros y a la vista de las autoridades ya desplegadas a este efecto, sea sancionable y no lo anterior. Llegó este señor a decir que si dentro de un patio de una comunidad de vecinos y desde la calle, a través de las rejas se veía a niños jugando, también era sancionable por mucha zona privada que ya con el Estado de Alarma, no lo era.
La incapacidad de los políticos de hoy es manifiesta; Ayer también era noticia que en un pueblo de Sevilla se había limitado el horario para sacar de paseo a los perros. Una hora por la mañana temprano y otra por la tarde. Evidentemente esta norma, obligaba a concentrar en las calles del pueblo y a una misma hora a toda la población canina, y naturalmente acompañada por sus dueños. En mi caso, incrédulo ya por castigo, soy de los muchos que piensa que tras el decreto señalado, hay algo más. El decreto podría haber sido mucho más respetuoso con el libre movimiento de las personas -ampliamente protegido por la constitución y por lo que muchos juristas, que callan, difieren de la legalidad del mismo - por supuesto exigiendo a su vez el total y absoluto respeto a terceros.

Faustino.
Publicado en eldiestro.es

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