De la misma manera que los empresarios
están criminalizados, los trabajadores son “seres de luz” para la misma
sociedad, carecen de la más mínima
responsabilidad en cualquier hecho que suceda en la empresa y tienen
presunción de veracidad ante la ley siempre que se enfrentan al jefe
Es pública
y notoria, la criminalización que en España se ha creado contra la pequeña
empresa. El empresario siempre es culpable de antemano, de todo. Es responsable
hasta de la fractura de un empleado cuando en vacaciones se pueda partir un
tobillo jugando al futbol, de hecho y a partir de ese momento es responsable de
costear más de la mitad del coste de ese trabajador como si estuviera activo.
Mientras que los sindicatos son subvencionados por la administración pública
para hacer inviable a las empresas, las patronales, son igualmente
subvencionadas pero al parecer, al menos hasta la fecha, para mirar hacia otro
lado cuando los sindicatos actúan. De la misma manera que los empresarios están
criminalizados, los trabajadores son “seres de luz” para la misma sociedad,
carecen de la más mínima responsabilidad
en cualquier hecho que suceda en la empresa y tienen presunción de veracidad
ante la ley siempre que se enfrentan al jefe etc. etc.
La última
idea de nuestro gobierno social-demócrata y con una ministra de trabajo con
fuerte orientación sindicalista, como todos saben, ha sido el control horario.
El único fin del mismo es hacer aún más penoso el ejercer del empresariado; más
burocracia, más motivo para sancionar y por supuesto aumentar los ingresos para
poder derrochar aún más. Es verdad que parece ser que de momento los
inspectores, no siempre son funcionarios y cuando no lo son se muestran de lo
mas abusadores e intimidatorios, no están sancionando por las irregularidades
cometidas contra la nueva norma. Todo un detalle al que este colectivo no está
acostumbrado. Sin embargo y tras escuchar a bastantes pequeños empresarios que
ya han sido visitados, los inspectores se limitan a reprender siempre al
empresario, nunca al trabajador que es la otra parte responsable de rellenar la
hojilla del control horario. Hacen falta las dos partes para que suceda la
infracción a la norma. Una vez mas y contra la lógica, solo se actúa contra el
empleador.
Es cierto
que las leyes en general, en España en
muchos casos no, atenúa el peso de la misma contra los más débiles. Sin embargo
en el tema concreto al que hoy se hace referencia, son muchas las veces en que
el mayor beneficiado al quebrantar esta norma, son los trabajadores; Hay
infinidad de casos en que el trabajador condiciona al empresario al darlo de
alta por menos horas de las que en realidad trabaja y por razones que la
Hacienda Pública y la Seguridad Social, lo saben perfectamente. Hemos llegado a
lo más esperpéntico de la situación y que solo se puede dar en España; Se puede
trabajar legalmente a la vez que se cobra el subsidio de desempleo.
No crean que el empresario sea el tranfullero,
que los hay, tampoco los trabajadores, que también los hay, aunque estos gocen
de patente de corso, para nada, los organismos públicos mencionados fomentan y
orientan hacia esa forma de comportamiento. Empresarios y trabajadores, se
limitan a dejar correr su instinto de supervivencia y lo hace dentro del camino
que con anterioridad le han marcado y obligado a tomar.
Faustino.
Publicado en eldiestro.es
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