Tras las elecciones autonómicas de diciembre pasado
en Andalucía, se encendieron las luces del cambio. Los andaluces, auténticos lumbreras
en tantos menesteres, para nada lo somos en esto de la política, aunque hay por
ahí un viejo refrán que dice “que no hay
peor ciego que el que no quiere ver” Es verdad que somos líderes en casi todo
lo negativo en España e incluso en algunos casos, también en Europa. Es verdad que llevamos gobernados
por el PSOE desde el inicio de este régimen. Tan verdad como la de veces que he
escuchado que “en Andalucía no se mueve un papel sin que el PP mire hacia otro
lado. Como todos saben este partido o su antecesor, ha sido también el
principal partido de la oposición en todo el tiempo que han gobernado los
socialistas.
Desde el primer momento, en la misma noche electoral,
ya nos sobresaltamos por las declaraciones de líderes de Ciudadanos, tanto a
nivel autonómico como nacional para más tarde ver movimientos más que extraños
durante las negociaciones de este mismo
partido para formar gobierno. Han pasado más de dos meses desde entonces
y para nada, los andaluces hemos notado cambio alguno, salvo en lo que nos
cuentan los periódicos sobre “el cambio de collar, a los mismos perros” o al
revés.
El icono mas grafico de los que ha sido la
forma de gobernar del PSOE como es Canal
Sur, sigue ofreciendo exactamente la misma programación. Programación que sigue
siendo para la Andalucía profunda en unos casos, y en otros… ya saben, para aliviarnos del sufrimiento que padecen nuestros políticos
salvaguardando nuestros intereses. En defensa de este inmovilismo, los ya responsables
se agarran a que la ley existente “quien la aprobaría” no permite de momento
cambio alguno.
En el tema
fiscal, más de lo mismo, solo tienen que retroceder a lo que hizo Rajoy cuando
en 2.011 llegó al Gobierno de España. El principal partido de la oposición
hasta entonces, con más de cien diputados en la Cortes al pasar al gobierno “desconocía
los miles de millones en facturas que Zapatero había dejado en los cajones”
Como consecuencia ¡¡subida de impuestos
¡¡ una subida que dio lugar a que la deuda pública durante el gobierno de ese
señor, Rajoy, subiera en números redondos en cuatrocientos mil millones de euros
(en pesetas ni se sabe). En la misma situación, nos tiene hoy Moreno Bonilla una
vez abiertos los cajones de Susana Díaz.
La llegada
del señor Casado a la presidencia del Partido Popular trajo nuevas esperanzas a
los ciudadanos liberales que solo quieren trabajar y vivir en paz, en un país
que se gobierne desde la justicia, para que así le pueda dar un futuro a sus hijos. Desgraciadamente, una
vez más, las lanzas se vuelven cañas.
Faustino.
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