Esta mañana he
ido a la oficina de correos. Podría haber más o menos 20 personas guardando
cola. Dos amables empleados haciendo su trabajo. Tras un largo rato de espera,
decidí marcharme y volver otro día.
Creen ustedes que a alguien le importó que yo
me fuera. Seguro que no. Pero saben porque no le importa a nadie. Muy fácil,
porque los que ganan el dinero gracias a ese monopolio de servicio público
saben que estoy obligado a volver y ese es el motivo por el que no emplean a más
gente. Es igual que en Endesa, Gas natural, Telefónica, Repsol, Banco Santander
etc. etc. saben que estamos obligados a soportar todas las incomodidades que
ellos quieran, para eso venden “productos de obligado consumo” en régimen de
monopolio o oligopolio a los que nuestro querido gobierno se preocupa de
defender entre otras muchas razones por lo de "la puerta giratoria".
Si esta circunstancia se diera por ejemplo
en una tienda de Tomares ya se
encargarían su dueño de colocar a más
gente para que el cliente no se le fuera a otra tienda, pero...es una empresa privada que juega en la libre
competencia y a la que, a pesar de ser la que crea puestos de trabajos, el gobierno no deja de apretarle las tuercas
en todos los sentidos para hacer cada vez más difícil su supervivencia. Como está
pasando con el sector productivo español, no subvencionado y no monopolizado.
Faustino
Tomares