JOSE LUIS SANZ Y ELOY CARMONA DOS CARAS DE LA MISMA MONEDA

lunes, 13 de enero de 2014


Llevaba tiempo comprando en mi frutería y a pesar de ello  desconocía de quien se trataba. Fue a raíz de una foto en un periódico en la que aparecía al lado de Javier Arenas cuando supe quien era. Antes de esto fue un señor que pasaba totalmente desapercibido. Un señor que llegaba en un coche grande negro, paraba a las tres menos cinco frente a la frutería, abría el portamaletas trasero y sacaba de un portafolio la cartera que se guardaba en el bolsillo de la chaqueta. Daba las buenas tardes cuando entraba, hablaba lo justo para pedir los productos que necesitaba, pagaba y se iba.

                Curiosamente al día siguiente de aparecer en esa fotografía, cuando llegó me preguntó dirigiéndose  por mi nombre si yo era el secretario general del partido en Tomares a lo que yo le respondí dirigiéndome a él también por su nombre afirmativamente. A continuación me preguntó sobre las posibilidades para derrocar a Antonia Hierro en las futuras elecciones municipales. Le  di mi opinión haciéndole saber mis argumentos. Ni una palabra más. Al día siguiente en la prensa leí “jose Luis Sanz propuesto como candidato del Partido Popular a la alcaldía de Tomares”

                Al otro día por la tarde se presentaron en mi frutería cuatro individuos, Jose luis Sanz el único conocido, Luis García Navarro, Eloy Carmona y otro señor mas mayor que no recuerdo su nombre que derrochaba bondad además de al parecer billetes de 500 euros. Todos participantes en los principales acontecimientos que a partir de entonces celebró el partido hasta las futuras elecciones en Tomares. Me invitaron esa tarde a que les acompañara a tomar un café y de paso a presentarles a los vecinos que yo viera conveniente en nuestro paseo. Cosa que hice con mucho agrado. Yo por entonces, era vicepresidente de la “autentica asociación de comerciantes” y nada subvencionada por el ayuntamiento. Y estaba muy molesto con el trato que la entonces alcaldesa nos daba a los comerciantes de Tomares.

                En aquellos momentos, desconocía el tándem que formaba Jose Luis y Carmona, el hoy ya imputado.  Desde lejos se veía la diferencia entre ambos. El primero se intuía persona callada y muy reservada, detalle este que el paso del tiempo iría acentuando, prudente etc. Mientras que al segundo desde lejos se veía lo fanfarrón y cínico del personaje, del que nunca te podrías fiar.

                A la mañana siguiente, cuando llegué con mi camión para descargar en la frutería, allí estaba Jose Luis Sanz en su clásica pose: gesto serio, distante  y brazos cruzados. Me pidió que le acompañara a tomar un café a lo que accedí encantado. Una vez tomado el café, me invitó  a dar una vueltecita por el pueblo, por supuesto presentándole el mayor número de vecinos posible, a lo que también accedí de buen grado. Esta situación o de forma parecida se repetiría casi a diario desde finales del mes de Noviembre de 2.006 hasta las elecciones municipales de 2.007 en las que ganamos contra todo pronóstico. Desde el primer momento en que vi que este acompañamiento de hizo costumbre, le hice saber mi deseo en  acompañarle pues ya conocía mis intenciones con respecto Antonia hierro pero también le hice saber que no le podría acompañar en las listas electorales pues tenía un negocio en el pueblo del que comía mi familia y no era bueno que participase en política. Intuí que le  pareció bien.

                A partir de ese día no se daba un paso de cara a las elecciones en el que yo no diera mi opinión, mi consejo o mi veto, como sucedió con la última tarjeta electoral para buzonear que trajo Eloy Carmona cinco días antes de las elecciones en la que se trataba  el paralelismo de ETA con el PSOE y que yo me negué a que se repartiera,  se me hizo caso. Dos meses antes de las elecciones el futuro alcalde me enseño una lista en una servilleta de papel en la que mi nombre figuraba segundo a continuación del suyo. La vanidad me pudo y no fui capaz de negarme. A partir de nuestra victoria el ya alcalde dejó de ser la misma persona, dejándose aconsejar por profesionales de la política, cosa que no hizo durante la campaña. Toda la conducta de razonabilidad social y bien común  que había compartido conmigo se convirtió en intereses de partido y oscurantismo hacia mi persona, alejándonos cada vez mas y casi quedando solo un pequeño lazo “afectivo” quizás por el tiempo que habíamos luchado coco con codo para desbancar a Antonia Hierro y un respeto relativo hacia mi gestión en las áreas municipales que yo gestionaba.

En el tiempo que ha transcurrido desde que abandoné el ayuntamiento, ese lazo ha sido responsable, seguramente, de que cuando hacía las críticas al ayuntamiento y al Partido popular intentara dejar fuera  al alcalde. Fue en este último pleno convocado por la oposición para que dieran explicaciones sobre los hechos que habían dado lugar a la propuesta de imputación desde la fiscalía, cuando vi que el alcalde es una de las dos caras de la moneda que forma con Eloy Carmona, dos políticos profesionales en la búsqueda de su beneficio sin importarle lo mas mínimo el bien común. Dos personajes fraguados en la carencia de principios morales y en el cinismo de la clase política actual que está devorando al pueblo.
Faustino tomares