Llevamos mucho tiempo observando
cómo van bajando las capacidades de los políticos que nos gobiernan. Todos
creemos saber las razones: Los mediocres manipuladores de dentro de los
partidos sin oficio ni beneficio que han hecho de la política su forma de vida,
despliegan todas sus armas para ir quitando de en medio a todo aquel que esta
por delante por su acreditada capacidad para gestionar y resolver problemas.
Tenemos un ejemplo muy actual en el que este tipo de políticos se ha movilizado
para quitar a un buen gestor de acreditadas capacidades.
El
señor Arias Cañete es a día de hoy quizás el ministro mejor valorado del
gobierno de Rajoy y el ejemplo quizás más grafico que podemos observar. Tanto
en su anterior trayectoria en el gobierno de Aznar como ahora, dio sobrados
muestras de buen hacer, de remangarse y de ponerse al frente de cualquier
problema que pudiera surgir. Sin exhibicionismo ni populismo y siempre perfecto
en las formas. Solo la mejor gestión con la mejor solución. Pregunten a los
sectores socio-económicos por él representado. Pues lejos de oír hablar de este
señor para mayores logros. Su partido al máximo nivel en el gobierno de España
ya está pensando en quitárselo de en medio, mandarlo a que se estrelle como
candidato del partido en las próximas elecciones andaluzas.
Mientras
preparan ese plan en Madrid, en Sevilla están acojonados porque le va a quitar
el sitio a uno de los muchos mediocres que tenemos actualmente en el aparato
del partido pero que estaría encantado como líder del mismo aquí en Andalucía
quedando como jefe de la oposición. Ya es bastante logro para un mediocre que lo único que ha hecho ha
sido medrar toda su vida dentro del partido.
Por otro lado
tenemos el caso contrario, el señor Rajoy. En su etapa anterior como ministro
de Aznar, no recuerdo su labor si fue buena o mala, desapercibida. Pero sin
embargo parece ser que si consiguió posicionarse mejor que nadie a los ojos de
Aznar (grave error del ex presidente) de ahí a candidato impuesto…por el
aparato. Los hechos posteriores nos han demostrado que ni como jefe de la
oposición ni como presidente tienen la más mínima capacidad para fiscalizar
primero y gestionar después, un
gobierno al que al parecer y gracias a
sus mediocres maneras, le hace sombra todo el que está a su lado.
Nos quedará la decencia del señor Arias Cañete
que ya ha dicho que el actual cargo que ejerce será el último de su carrera
política. Pero también será una victoria más de los mediocres en su propio
beneficio y en prejuicio de España. Estará
encantada esta gente en Madrid y Sevilla,
carente de la más mínima decencia y honestidad a la que le importa un cuerno
España. Egoístas por encima de todo que solo buscan su propio beneficio, miopes
de mira, incapaces de ver más allá de su entorno más próximo y para su único
beneficio. Señor Cañete, por España, creo que
merece la pena un porrazo bien dado en lo alto de la mesa.
Faustino
Tomares.