NO PIENSE, NOSOTROS PENSAMOS POR USTED

lunes, 23 de diciembre de 2019




Hoy en España, casi todo el mundo quiere ser funcionario; Personas que se levantan cada día en su gran mayoría, desmotivadas a realizar un trabajo que no les gusta

George Orwell
Era clase de religión, en el instituto Bécquer de Sevilla, ubicado en el barrio de Triana, más concretamente en El Tardón,  en un curso avanzado del bachillerato de la época. La Biblia, los evangelios y demás historias de mártires cristianos, ya habían quedado atrás en cursos anteriores. A esas alturas, tratábamos la interacción de la religión en la sociedad del momento. El profesor, como no, un cura. Pero este no era uno cualquiera, era lo  más alejado a la tibieza que se da con demasiada frecuencia en este gremio y sobre todo, entre la gente con responsabilidades en la actual sociedad.

¡! No piense, nosotros pensamos por usted ¡! nos refería el profesor a los alumnos durante la clase, escandalizado por un anuncio que recientemente había visto en televisión. Era la España de los setenta. Como verán, además de haber llovido mucho desde entonces, esa filosofía de vida se ha abierto camino de forma determinante. Todos los modelos de enseñanzas desde entonces, además de los modelos de gestión de los medios de comunicación en general, especialmente televisión, van orientados a eliminar la iniciativa, la competitividad, el esfuerzo, en definitiva todo aquello que conlleva la  mejora social, y que nos hace ser libres y no dependientes del Estado, mientras se le da nivel de excelencia a lo contrario.

La desaparición de valores; esos que han hecho que la sociedad evolucione. Esos que sirvieron en épocas brillantes para restarle espacio al poder por el poder y al dinero que lo da. Esos que dieron lugar a que se hiciera la luz tras una larga oscuridad durante la larguísima Edad Media, nos avocan nuevamente  a una nueva época de oscuridad.

Hoy en España, casi todo el mundo quiere ser funcionario; Personas que se levantan en su gran mayoría desmotivadas a realizar un trabajo que no les gusta. Solo piensan en el fin de semana y en los días de fiesta para no ir a trabajar y eso, cuando no se buscan cualquier excusa al efecto. Solo piensan en las vacaciones, incluso cuando están lejanas,  para perderse y olvidarse de su trabajo. Un trabajo en el que se penaliza la creatividad y el esfuerzo, puede descolocar a sus compañeros. Eso sí, de media cobran mucho más que los no funcionarios, algún caramelillo tenían que darle. En definitiva; sea usted un número. Muy al contrario y en la misma sociedad,  se penaliza de muy diversas maneras el emprendimiento, al que tiene un sueño; El éxito daría lugar a que usted se levantara con ilusión, a sentirse libre, a no tener que mirar constantemente el reloj ante lo larga que se le hace la jornada e incluso algunos días en desear que no  acabara. A no tener ansiedad esperando el finde y para nada, pensar en las vacaciones, ya vendrán.  Todos los días de su vida tendrían aliciente y  serían para disfrutarlo. Por último, su vida no estaría orientada solo hacia la jubilación.

Los responsables de orientar la sociedad han utilizado el desarrollo tecnológico, que no social, en beneficio de una minoría. En el otro extremo “los falsos profetas” de los que ya nos avisaron hace dos mil años, ya vieron lo que hicieron los cerdos de “Rebelión en la granja” de George Orwell, o los del “quítate tu para ponerme yo”, o los de “haz lo que yo diga pero no lo que yo haga” cada vez más abundante y con más poder, nos venden que el desarrollo tecnológico es la semilla de todos nuestros males. Nada más alejado de la realidad. Ni los unos ni los otros, tiran de verdad pues iría contra sus propios intereses. No les interesa que ese desarrollo sea utilizado para crear energías más limpias, ni un  desarrollo más sostenible, que es perfectamente posible, pero donde se quedarían sin espacio las multinacionales. Tampoco les interesa un sentido de la justicia más de acuerdo al esfuerzo de cada uno y verdaderamente solidaria, que evite el abuso de los, cada vez más abundantes, colectivos improductivos que viven del esfuerzo de los demás.

Faustino.
Publicado en eldiestro.es


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