El actual colapso no va a ser nada con
el que los vecinos de toda Sevilla, y
viajeros de paso, tendrán que soportar una vez abierto el nuevo centro
comercial que se está construyendo lindando al puente del Quinto Centenario
Hace unos
días escribí sobre la plataforma que se ha constituido en Sevilla para reclamar
más inversiones para la ciudad a los entes políticos superiores. En el mismo
escrito dejaba constancia que los órganos, empresas y demás colectivos que
conformaba esa plataforma, lejos de buscar el interés público, solo y hasta
hoy, solo han buscado su propio interés. A groso modo el señor que al parecer
lidera “Sevilla ya” Miguel Rus, presidente de la Confederación de Empresarios
de Sevilla (CES) demandaba inversiones para el arco sur de la SE-40, Red
completa del metro, conexión con el aeropuerto y un puerto eficiente y
competitivo. Todas medidas que cualquier sevillano y desde cualquier sector
social no puede más que estar absolutamente de acuerdo. Pero que él mejor que nadie, sabe que tendrán que pasar muchos años,
siendo optimistas y en la mayoría de las medidas propuestas, para que se hagan
realidad.
Desde 2.003 en España se han desarrollado leyes para
salvaguardar la racionalización a la hora de construir nuevas zonas
residenciales o grandes centros comerciales que en ambos casos conlleven un
cambio importante en la movilidad de la zona. El concepto “Movilidad Generada” y su significado son determinantes en estas
nuevas leyes.
La
desidia de la Junta de Andalucía en la defensa de un desarrollo sostenible y en
beneficio de la mayoría, con la actitud y la mirada complaciente de
organizaciones, las patronales entre ellas, con esa responsabilidad, ha dado
lugar a que en esta autonomía se estén dando situaciones tercermundista,
impensables en otras regiones españolas, evidentemente de mayor desarrollo
económico y social. El no desarrollar o profundizar en leyes que ya existen ha
dado lugar a la situación de indefensión en la que se encuentran los andaluces
contra un desarrollo urbanístico mal planificado, en este caso en Sevilla, ya
en construcciones de viviendas en lugares de accesibilidad imposible, ya en
actividades comerciales en lugares con accesos colapsados de antemano como es
la SE-30 y que no es nada para lo que se nos avecina.
El
actual colapso no va a ser nada con el que los vecinos de toda Sevilla, y viajeros de paso, tendrán que soportar una
vez abierto el nuevo centro comercial que se está construyendo lindando al
puente del Quinto Centenario, ya hoy el punto más conflictivo de la ronda de
circunvalación SE-30, debido al estrechamiento de esta vía a su paso por este
puente y mientras no estén construidos los túneles por debajo del rio en la
SE-40. Construcción que nuevamente, parece, se aleja de ser una realidad.
Por último deben de saber que hay leyes, de
Despeñaperros hacia arriba, en las que se desarrolla la participación de los
promotores de nuevas urbanizaciones o centros comerciales en el diseño y la
financiación de los costes generales de las nuevas infraestructuras que darán lugar
a que el incremento de la “Movilidad
Generada” por la nueva actuación urbanística no incida en el desarrollo
normal de todo el entorno y que tendrían que estar en funcionamiento antes de
la puesta en actividad de las nuevas construcciones. Por razones “desconocidas”
esas leyes no se han tenido en cuenta en la autonomía andaluza.
Sí conocemos, como nuestras organizaciones
empresariales ya hoy en “Sevilla ya” parecen desconocer esta situación. Nuestro
vicepresidente de la Junta “al que le ha tocado la lotería tres veces seguida” está
encantado con el proyecto que colapsara Sevilla, el alcalde señor Espada está
en la misma línea. Mientras que el señor presidente del T.S.A parece que algo
se huele. Es Beltrán Pérez, líder del partido Popular en el ayuntamiento, el único de los que con capacidad para
hacerse oír ha conjugado y como solución menor; Metro-Palmas Altas.
Faustino.
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