Señores jueces del T.S.J.; Se han meado en el
pueblo español. Puede que la ley ampare su decisión pero demás saben que ni
cabe en un estado de derecho ni debe estar amparada por la justicia.
Los que
quieren hacer una vida normal, ya saben; trabajo, familia, alguna cerveza con
los amigos y porque no, algún que otro debate político y siempre en base a unos
principios establecidos, además de votar cada cuatro años, más o menos, diariamente
y desde hace ya mucho tiempo, están obligados a encontrarse en los medios de
comunicación y como tema estrella, el separatismo catalán en sus inagotables
vertientes.
Decía Mark
Twain “no discutas con un idiota, siempre te ganara por ser mas experto en la
idiotez” más o menos. En España ya hemos llegado a ese nivel al que los
sabios que nos precedieron nos alertaron; “No hace falta ocuparse de todo problema ni
de toda afirmación, si no solo de los que pueda generar dudas al tipo de
personas con que merece la pena debatir. Los que dudan sobre si deben honrar a sus padres o
sobre si la nieve es blanca no precisan argumentos, si no un azote los primeros
y abrir los ojos los segundos” en este caso la frase es de Aristóteles; El
Tribunal Superior de Justicia, no aprecia ninguna causa de inelegibilidad en
las candidaturas al Parlamento Europeo de los rebeldes catalanes.
Casi desde el
primer día de aprobarse la constitución, los políticos, representantes nuestros
y elegidos por el pueblo, no han dejado de prostituirla. Lo han hecho de todas
las maneras posibles; por delante y por detrás, con nocturnidad y a las claras
del día, de tapadillo o con luz y taquígrafo. Aprobando leyes sobre leyes del
todo inconstitucionales para tapar su degeneración. La impunidad que saben les asiste, ha sido
determinante y salvo en muy contadas ocasiones, si al final cogen a alguno con
la mano en la masa, la recompensa recibida lo habrá merecido.
Evidentemente
esta situación ha sido propiciada por el poder judicial, que no la justicia. Un
poder que a pesar de que la constitución salvaguarda la neutralidad del mismo,
los mencionados con anterioridad y ya hace mucho, se preocuparon de tutelarlo. Todos recordaran aquella famosa
frase del entonces vicepresidente del gobierno y hoy adalid en defensa de
nuestro estado de derecho, Alfonso Guerra “Montesquieu es un señor que se murió hace
mucho tiempo”
Los jueces que
componen el T.S.J. en teoría son amantes
de la justicia y profesionales de acreditado prestigio a pesar de tener reconocido
sus tintes ideológicos desde el momento en que son nombrados por los partidos
políticos, no son simples burócratas. Reconozco la indolencia del pueblo
español, pero señores jueces; Se han meado en el pueblo. Puede que la ley
ampare su decisión pero demás saben que esa decisión ni cabe en un estado de
derecho ni debe estar amparada por la justicia.
Faustino Tomares.
Publicado en eldiestro.es 10-05-19
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