PROVOCADA
POR LOS OLIGOPOLIOS DE OBLIGADO CONSUMO EN
ESPAÑA.
Hasta
hace, algunos años, vivíamos en la dictadura de Franco. Yo tenía 17 años cuando
murió el dictador. La verdad es que yo desde mi visión, apenas pude ver
deferencia entre aquella época y la que vivimos ahora. Quizás...que apenas se
veían desnudos en revistas y películas, igual que ahora, una vez ya pasada la tormenta de
pornografía que hemos sufrido en la transición y hasta fechas recientes.
Recuerdo por aquella época que mi hermana, algo mayor que yo, llegaba todos los
días ya de madrugada porque venía de tomar en el “Morapio” de la calle Rodrigo
de Triana muchas cervecitas con los amigos y amigas que mas tarde gobernarían
España a través del PSOE.
Por
aquella época, al menos aquí en Tomares, mi pueblo, al final de un noviajo que
concluía en boda, la vivienda del matrimonio estaba terminada y pagada. La
novia, una vez casada, dejaba de trabajar y era el marido a partir de entonces
quien únicamente trabajaba para mantener a toda la familia que casi siempre,
además de la mujer, la compondría unos
pocos de hijos y en muchos casos algún abuelo. Los gastos de suministros;
electricidad, agua, gas y teléfono e incluso la gasolina para los coches de la época
(era cuando a los coches se le echaban veinte duros de gasolina, sesenta
céntimos de los de ahora) apenas incidían en el presupuesto total de los gastos
de la familia. Luego nos cambiaron la moneda y con ello vino, la actual estafa
a las clases medias.
Hoy
después de casarse una pareja de economía media. Lleva una hipoteca casi para
toda la vida, en muchos casos, cercana al sueldo base interprofesional.
Naturalmente los dos miembros que componen la pareja tendrán, si tienen suerte,
que jubilarse trabajando. Hijos, a ser posible, uno solo o dos como mucho, tres
ruina garantizada. Los abuelos si los
hubiera, salvo que tengan una buena paga, a una residencia de la tercera edad.
Los gastos de suministros, se comen otro sueldo base y la gasolina y la
amortización del coche se puede comer otro. Definitivamente una economía de una
familia media, esta del todo intervenida por los oligopolios existentes en la
economía española: por los bancos con
sus hipotecas, las empresas de suministros de obligado consumo, las petroleras
que nos venden las gasolinas, las de telecomunicaciones, las de comunicación,
las de Transportes etc. etc. Con lo poquito que nos queda, si es que nos dejan
algo, tenemos que comer, vestirnos, llenar las casas de muebles y
electrodomésticos, educar a nuestros hijos y
llevarlos de paseo, pagar impuestos, comprar medicinas, pagar seguros de
todo tipo, etc. etc.
Así y todo somos libres para
votar cada cuatro años a partidos políticos que se limitaran a aprobar las
leyes que los grandes oligopolios existentes en España les vayan imponiendo.
Siempre contra las clases medias y contra las pequeñas empresas. Aquello era
una dictadura y lo de ahora una democracia.
Faustino Tomares.