LA INDOLENCIA DEL PARTIDO POPULAR A PROVOCADO LA RUINA DEL SISTEMA

jueves, 16 de mayo de 2013


Hemos asistido durante años al desplome de nuestra democracia sin que nadie hiciera nada por defenderla. Casi todos, desde el inicio constitucional, hemos buscado el interés personal. Dando lugar a la implantación de un estado cada vez menos democrático y en el que se les ha ido restando derechos a la ciudadanía y en beneficio del poder político. Hemos asistido al entierro de Montesquieu acabando con la división de poderes. Hemos llegado a permitir la financiación de los partidos políticos por la banca y las grandes multinacionales. Hemos asistido a ver como los partidos políticos han llevado sus tentáculos a todos los sectores económicos. Llegando a un nivel de intervención estatal que ha provocado la ruina de la economía nacional. Cercana y parecida a lo que pasó en  la antigua URSS.

Hemos visto como la izquierda en el último gobierno de Zapatero aprobó numerosas leyes para afianzar una ideología de izquierda que había perdido sus iconos tradicionales. Hemos visto como han utilizado su enorme poder sindical para conseguir derechos para sus asociados, a la vez que imposibilitar la viabilidad para las PYMES aunque sí, asequible para las multinacionales. Las mismas que conforman oligopolios que gestionan los  productos de consumo necesario para el ciudadano y que imponen los precios que les interesan por carecer de competencia y estar regulados por el gobierno. Todo en detrimento de la economía nacional y muy especialmente de los trabajadores que no estaban dentro de la acción sindical.

Hemos visto como el centro-derecha, Partido Popular, se ha limitado a hacer seguidísimo de la izquierda. Sin defender nunca los intereses que le obliga su ideología y que tan necesario son para el equilibrio constitucional y la defensa de la democracia. Ha permitido todos esos derechos a los trabajadores de “clase” que han ido contra la supervivencia de las empresas y han permitido la tiranía de los sindicatos contra la ciudadanía. Después de casi cuarenta años de democracia aún no tenemos una ley de huelga. Hemos visto como después de un año y medio de gobierno del Partido Popular, Rajoy no ha tocado ni una sola de las leyes que aprobó Zapatero con el fin de marcar diferencia con el centro-derecha. Leyes,   que tanto malestar provocaron entre los ciudadanos contrarios a la ideología de Zapatero y que tan defraudados se sienten hoy, por el mantenimiento de las mismas. Durante estos años, el Partido Popular representante del centro-derecha solo ha defendido lo correctamente político, muy al contrario de lo que ha hecho siempre la izquierda, que nunca le  ha faltado  escrúpulo a la hora de defender lo que ellos, creían que eran sus intereses.

En definitiva, el centro-derecha, al principio UCD, después AP y por último el Partido Popular nunca han estado a la altura que la democracia y sus votantes le demandaban. Hoy, igual que antes con los partidos que le han precedido, entre los votantes del PP se respira una enorme decepción tras haberle dado  su confianza en forma de voto. Al parecer, los partidos de esta ideología, no aprenderán nunca.

Faustino Tomares. Frutero de profesión.