No ha podido estar más acertado el ya
cesado Defensor del Pueblo Andaluz al ofrecer el titulo a este escrito. Ha
estado sembrado el señor Chamizo, a la hora de definir a ciertos personajes, pertenecientes
a un colectivo, el político, en el que
se encuentran un número importante de incapacitados para lo más mínimo y carente
en muchos casos del más mínimo merito social, pero eso sí, con poder para dirigir nuestra sociedad hacia
su ruina.
Como he dejado ver en escritos
anteriores, solo puedo reconocer cosas buenas del cesado defensor del pueblo.
Máxime después de haber tenido experiencia con la actual defensora a nivel
nacional, de la que tras mi experiencia, solo puedo acentuar la imagen que
tenía del primero. El derroche de libertad del señor Chamizo al expresarse siendo fiel a la
realidad política andaluza, le ha valido el cese.
Sin embargo, es sorprendente la unanimidad en
todo el arco político y demás comedores del régimen, en contra de la actitud de
Chamizo, cuando se trata de algo que les afecta. Estos señores no se enteran
que se trata de dinero público, dinero que se detrae al total de la ciudadanía
y que por supuesto la clase política no tiene porqué utilizar en beneficio de
sus intereses.
El que va a ser nuevo defensor, de
momento, ha hablado en los mismos términos del saliente, la escuela es la
misma. Ha puesto ya por delante su orientación sobre los fiscales que cada uno
de los partidos les pondrá a su alrededor con la intención de salvaguardar el
espacio partidista. Pueden estar orgullosos los partidos que nos gobiernan en
Andalucía, pues mientras aumentan los beneficios y las garantías para la mayor
impunidad de los partidos y sus componentes, vamos viendo como se va
deteriorando la libertad del pueblo.Faustino Tomares.