El
pasado año, el ayuntamiento de Tomares, según su concejal de hacienda
“Miguelito Gibraleón” tuvo un superávit de cerca de cuatro millones de euros.
Sin embargo, a pesar de ese superávit,
este ayuntamiento, en el mismo ejercicio, pidió un crédito de cinco millones de euros a
pagar en diez años, cuyos intereses en números redondo y si se mantiene el
precio del dinero, oscilará alrededor de los tres millones de euros, 500
millones de las antiguas pesetas.
La
diputación de Sevilla pagará más de 10.000 millones de pesetas en intereses a
los bancos solo en este año para poder seguir derrochando dinero público.
El
ayuntamiento de Sevilla al parecer,
también ha tenido un superávit de 83 millones de euros. Así y todo paga
ingente cantidad de dinero público de intereses a los bancos, además de tener
depositado dinero a plazo fijo.
Piensen
y conteste a la pregunta que da título a esta reflexión.
Al
fiscal general del estado le diría: Sr. Torres Dulce, esto no es malversación
de dinero público.
Faustino
Tomares. Frutero de profesión.