No debemos de olvidar que si los partidos son
corruptos, todos sus responsables son corruptos.
Hoy la corrupción política es actualidad pero desgraciadamente
la corrupción, no es nueva. No se sabe si los partidos han animado a los periódicos
o han sido por iniciativa de los medios. Pero ninguno de estos casos es nuevo.
Ha sido el oportunismo político de los partidos el que ha dado lugar a que
ahora sea el momento para airear estos casos. Curiosamente se está dando por
bueno que los partidos sean corruptos, que cobren comisiones por todo lo que se
mueve. El debate se esta limitando a políticos que se han llevado dinero de las
comisiones ilegales que cobran los partidos. Pero no debemos de olvidar que si
los partidos son corruptos, todos sus responsables son corruptos, se lleven o no
dinero de esas mordidas.
Desde
el inicio de la democracia, comenzó a entrar dinero negro en los partidos,
todos lo sabemos, a cambio de favores de la administración a intereses
particulares que por supuesto aumentaba el precio que el ciudadano tenía que pagar
al comprar los bienes fruto de esas comisiones.
Los
medios nos hablan de grandes escándalos de corrupción con grandes cifras de
dinero pero hay otra forma que quizás es más dañina para la sociedad, máxime
con lo difícil que es conseguir un puesto de trabajo pero que casi nunca tiene
reflejo en los medios.
Son
muchos los políticos/as que han colocados a sus seres mas allegados,
marido/mujer, hermanos, hijos etc. en empresas del sector privado pero reguladas
desde la administración, Endesa, Gas Natural, Telefónica, Repsol o en empresas
que reciben importantes subvenciones desde la administración, por ejemplo las Renovables
en general. Las que reciben concesiones de obras públicas como por ejemplo
Ferrovial y sobre todo las cajas de ahorro que como todos sabemos están
gobernadas por políticos.
Hay
otra formula dentro de la misma administración. Cuando alguien notorio dentro
de un ayuntamiento quiere colocar a ese familiar cercano pero que sabe que el
pueblo tarde o temprano acabará enterándose. Muy fácil el alcalde de un pueblo
se pone de acuerdo con el de otro y se intercambian el familiar a contratar,
así los ciudadanos pierden el rastro. Esta situación, se da incluso entre
alcaldes de distinto signo político, en este caso aún queda mas oculto.
No
es mi intención sacar conclusión alguna, esperaré acontecimientos. Simplemente intento
poner en conocimiento de mis lectores, cada vez más numerosos, otras maneras de corrupción política.
Faustino Tomares.