DE CÓMO LOS PARTIDOS GOBERNANTES SE HAN CARGADO EL ESTADO DE BIENESTAR

lunes, 19 de noviembre de 2012

Con el inicio de la democracia, a la que llegamos después de una larga dictadura que había surgido tras una guerra civil, una terrible postguerra y tras un trabajo sobrehumano de nuestros padres para colocarnos a un tiro de piedra del estado del bienestar, llegaron los partidos políticos, PP y PSOE que se han ido alternando en el gobierno con la ayuda inestimable de los sindicatos y la patronal. Estos partidos, adulteraron la democracia anulando la independencia de los tres poderes. Anularon la labor previa de los interventores para poder gastar dinero inexistente en las arcas públicas. Le quitaron la autoridad al tribunal de cuentas, intervinieron políticamente el Banco de España y por último politizaron los consejos de administración de las cajas de ahorro, acabando con la fantástica labor social y económica en la que habían participado estas, para situar a España entre los países más ricos del mundo. “Una sociedad en la que la garantía de los derechos no está asegurada, ni la separación de poderes definida, no tiene Constitución”, eso dice la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789 dada en Francia. Anulados todos los contrapoderes de la democracia, el festín estaba listo para ser engullido por nuestros políticos. Engordaron de forma escandalosa el sector público para así colocar a sus fieles afiliados, a sus amigos y familiares con sueldos que exceden y mucho los del sector privado. Monopolizaron e intervinieron la economía, gastaron en obras faraónicas, en muchos casos innecesarias, que daban lugar a grandes comisiones. Naturalmente, para poder gestionar de esta manera el partido gobernante necesitaba de la cooperación del partido que estaba en la oposición que naturalmente, miraba para otro lado, sabiendo de más que en breve cambiarían de papeles. Necesitaban como ya se ha dicho de la colaboración de Sindicatos y Patronal a cambio de suculentas subvenciones y desgraciadamente también han contado con la indiferencia del pueblo, cuya voz, el cuarto poder “la Prensa” ha sido también un fiel aliado de nuestros políticos, salvo honrosas excepciones. Después de todas estas tropelías, tenemos los mismos partidos que no quieren soltar la teta, unos sindicatos que se hacen “los suecos” como si ellos no fueran parte de la situación creada, afortunadamente ya, carentes de la más mínima credibilidad y por fin un pueblo que parece que comienza a despertar. Esperemos que no sea demasiado tarde. Faustino Tomares.