Ahora
toca, no el puente, el acueducto, que a las PYMES y Autónomos nos destrozará la semana tanto laboral como
económicamente.
No pueden ni imaginar el trastorno que supone para los trabajadores de una pequeña empresa, reestructurar el trabajo semanal para trabajar tres días por un lado y un día por otro. Es decir, el día festivo que tendría que suponer un descanso extra, solo supone una maldición. Mientras que si ese día se pasara a un sábado o lunes, no solo sería un descanso de verdad sino que incluso, estos trabajadores, podrían desplazarse a disfrutar de unas mini-vacaciones y con ello aumentar la productividad del sector de la hostelería.
Por otro lado, muy al contrario tenemos los funcionarios o trabajadores de la empresas públicas. Son los que verdaderamente disfrutan de unas mini-vacaciones pues ellos si hacen puente.
Contraponiendo la situación de estos dos colectivos queda claro quién es el perjudicado. Como siempre, los trabajadores autónomos y las Pymes que naturalmente tendrán que trabajar el día de en medio. Pero hay un mayor perjudicado y que a la larga nos perjudica a todos, la economía española, pero al parecer esta, les preocupa muy poco a nuestros dirigentes que han adaptado “el modo laboral “a la comodidad de los funcionarios.
Faustino Tomares.
Dos dilemas “muy jodidos” / ¿El poder por el poder?
Hace 9 horas