PABLO CASADO Y EL NUEVO PARTIDO POPULAR

lunes, 30 de julio de 2018



Hemos Asistido a un cambio de líder en el partido con mayor representación en las Cortes Españolas. Un cambio contra todo pronóstico, dado que el aparato, un aparato muy aparato, ha sido vencido por un joven valiente. Cualidad del todo desaparecida en la política actual. Su única arma para devolver la ilusión, ha sido apelar a los principios que dieron lugar a este partido. No, no ha descubierto nada nuevo.
A pesar de lo que muchos puedan creer, no ha sido la corrupción lo que ha provocado la desbandada de votantes en el partido. La corrupción es inherente al modelo político que tenemos, además de que cualquiera de los partidos existentes tiene igual o más casos, en relación a su tamaño. Los medios de comunicación antisistemas, casi la totalidad, han sido determinantes en esta foto. La desbandada se inició casi al día siguiente de comenzar a gobernar Rajoy con una avasalladora mayoría. El entreguismo a todas las leyes ideológicas que puso en marcha Zapatero y que incluso en algunos casos profundizó en su desarrolló, fue determinante. El abuso fiscal de Montoro, en el que todos éramos culpables mientras no demostráramos lo contrario y que ha dado la sensación que esquilmaba a los pobres para dárselo los ricos, también ha tenido mucho que ver. La benevolencia demostrada con los asesinos de ETA y el desprecio a las victimas ha pesado también en demasía y por último la bajada de pantalones con los “timaores de Cataluña”  quizás la región española por donde corre más sangre española entre sus habitantes, ha sido la guinda.
Pablo Casado no ha traído nada nuevo, simplemente ha sabido leer la situación actual. Sabe que más de la mitad de los españoles son liberales y dentro de este liberalismo, muchos matices; centro, derecha, centro-derecha, patriotas, monárquicos, e incluso franquistas. Todos los que se marcharon del partido se fueron a Cs a Vox o a la indiferencia y a la abstención, a la izquierda, ninguno. Los españoles, herederos de las más grandes gestas de la historia, no soportan la cobardía. Sin embargo, una vez ganada la primera batalla, el vencedor ha traído de nuevo el desasosiego a los que habían recuperado la ilusión con la incorporación de figuras destacadas en el anterior gobierno. Ha día de hoy se desconoce si es una astuta estrategia o es un movimiento de genuflexión. Pablo, tú decides.
Faustino Tomares.

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