A
LOS CINEASTAS LES DIRÉ Y ESPECIALMENTE A ALBERTO RODRIGUEZ, QUE ES DE LA TIERRA, LE RECORDARÉ; QUE LA SEVILLA DEL SIGLO XVI Y XVII A PESAR
DE LA PESTE, ERA LA CAPITAL DEL MUNDO CONOCIDO Y NO ES LO QUE SE VE EN LA
SERIE.
Hoy se celebra en Sevilla la entrega de los premios
Goya. Un acontecimiento que nuestros políticos de izquierda se han preocupada de
que solo represente a la progresía española y eso a pesar de que hoy, al
parecer, asiste Pablo Casado, presidente del Partido Popular. Desde hace mucho,
los gobiernos del PSOE se han preocupado de orientar la casi totalidad del
dinero del Instituto de Crédito Oficial (ICO) hacia este sector. Cuando tocaba
a los del Partido Popular, miraban para otro lado y lo dejaban estar. Y todo
para hacer en muchos casos películas que no llegaban ni a estrenarse. Sevilla
una vez más, fiel a su modo de entender la vida, ha acogido a los cineastas
para que vuelvan, seguramente ha hacer lo que mejor saben hacer, y que no es el
cine, salvo en muy honrosas excepciones.
El pasado año, se estreno la serie, podía haberse
resumido a una película, “La Peste”, en la televisión, en teoría, privada de Movistar.
Digo en teoría porque aunque legalmente lo es, el régimen de oligopolio (monopolio
disfrazado) en el que funciona, hace que obligatoriamente siga siendo
subvencionada por el pueblo en general. El hecho de que esta multinacional
tenga garantizado los ingresos, dio lugar al gigantesco derroche de dinero que
hizo para producir esta serie. Me sorprende que un grandísimo profesional, como
ya lo ha demostrado en varias buenas películas, como es Alberto Rodriguez, su director, se
prestara a ello. Parece ser que nuestra parlamentaria en la Junta, Doña Teresa
Rodriguez, ha debido de beber en esta serie para hacer el discurso que hizo en
la investidura del actual presidente de la Andalucía. Decía, esta señora, que la llegada de los Reyes Católicos dio
lugar a un periodo de oscuridad en nuestra tierra. Puedo entender a esta señora
que parece ser que esta poco documentada. Es muy cierto que en la serie, solo
destaca la oscuridad, no solo en el tono de luz de las escenas, si no en todo
lo que enseña y cuenta. Esta serie, parece ser hecha a propósito para desprestigiar
nuestra historia y la grandeza de nuestra ciudad. Parece que busca alimentar lo
que cuentan en Cataluña sobre lo que fue
España más allá de sus límites geográficos.
A los cineastas les diré y especialmente a Alberto
Rodriguez que es de la tierra, le
recordaré; que la Sevilla del siglo XVI
y XVII a pesar de la peste, era la capital del mundo conocido y no es lo que se
ve en la serie. Entre finales del siglo XVI y primero del XVII, se terminaron
edificios que hoy siguen siendo grandiosos como son el Archivo de Indias, el
Ayuntamiento, La Catedral, La Casa de la Moneda o el Hospital de las Cinco
Llagas etc. Imaginen como se verían estos edificios en aquellos años con los
contrastes existentes. De aquella Sevilla zarpaba y a Sevilla retornaba la Flota de Indias, el convoy marítimo más
formidable conocido hasta la fecha. A Sevilla nos llegaban artistas de toda
Europa. De la Alemania de la época para,
aquí, establecerse llegó el padre de Juan de Arfe y en Sevilla, nacieron y se
recrearon los artistas más grandes conocidos hasta el momento. Desconozco si
han oído hablar, también de aquella época, de un tal Velazquez, Murillo, Martinez
Montañés. No seguiré nombrando porque si no han escuchado hablar de estos…
desconozco si han leído a un tal Cervantes, ya en aquella época escribía más
que mucho sobre esta ciudad. No sé si han
ido alguna vez a la ópera, saben que Sevilla es la ciudad del mundo a la que mas operas le han
escrito y dedicado, les suena; Carmen, Las Bodas de Fígaro, Don Giovanni, El
Barbero de Sevilla. Saben que Beethoven solo escribió una ópera…si, a Sevilla,
Fidelio.
Señor D. Alberto Rodriguez, la imagen de Sevilla que
aparece en su serie no es mejor que la barriada de las tres mil viviendas o del
Vacie de hoy, trasladado a aquellos tiempos. En la Sevilla de aquella época, es
verdad que había las miserias que usted muestra y es posible que se quedara
corto. Pero...podría haber puesto a un
mendigo a los pies de la catedral, o una
procesión religiosa, eran muy numerosas
en aquella época, a la que se
encomendaba un lisiado con el ayuntamiento de fondo. O en la Plaza de San
Francisco, que ya existía, a un condenado entrando en la Cárcel Real o cuando
salieron los enfermos hacinados en el hospital, podría haber puesto un plano
exterior de Las Cinco Llagas.
Es infinita la
tolerancia de este viejo y sabio pueblo hacia los que lo maltratan. Cuesta
entender que tenga que ser gente del extranjero los que reconozcan nuestra grandeza,
eso sí, impregnada de defectos, pero así
y todo, miren lo erguida que hoy sigue luciendo el símbolo más sevillano.
Faustino Tomares.
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