Hace unos días el ya actual presidente, Mariano Rajoy en una rueda de prensa decía “La principal cualidad de un dirigente tiene que ser la de ser justo”
Cuando Dios hablaba con Abraham sobre la destrucción de Sodoma y Gomorra lo motivaba por la inexistencia de hombres justos en esas ciudades. Sin lugar a dudas es esa la cualidad más atractiva que un ser humano puede poseer.
La garantía para el buen funcionamiento de una sociedad, pasa por tener unas leyes justas a la vez que flexible y jueces o gestores con suficiente sabiduría para la buena aplicación de las mismas.
Vivimos en un país donde la injusticia es parte habitual de nuestro funcionamiento y nadie se extraña cuando el poder judicial no obra con justicia ni igualdad para todos o cuando el poder legislativo, legisla en beneficio de minorías y prejuicio de la mayoría.
Si así sucede a esos niveles, que podemos esperas en círculos más cercanos al ciudadano de a pié. Como nos vamos a sorprender cuando se apañan concursos para optar a un puesto de trabajo o a un servicio o cuando se dan subvenciones a los amigos o cuando al administración solo inspecciona al más débil etc. etc.
No lo dude, vivimos en un país sobresaliente en…injusticia. Esperemos que el nuevo presidente contribuya a hacer un país más justo.
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